por Germán Folz
La Plaza Campo dei Fiori (Campo de las Flores) hoy en día es un mercado al aire libre donde se pueden adquirir frutas, verduras, carne, especias, ropa de no mucha calidad y recuerdos de todo tipo, es un sitio muy concurrido por el turismo y por los más jóvenes donde también hay locales y puestos en los cuales se puede tomar y comer algo al paso. Este sitio, en el que se ejecutaban a los sentenciados por la Inquisición, debe su nombre a que antiguamente era un prado cubierto de flores hasta que en el año 1456 el papa Calixto III ordenó adoquinarlo.
Yo había leído sobre Giordano Burno pero no recordaba que había terminado sus días en forma trágica en este lugar por el cual estaba caminando una soleada tarde. La presencia de un monumento en una plaza no es motivo de asombro, más en una ciudad como Roma, sin embargo, esa misteriosa estatua de un hombre encapuchado sobresaliendo entre todos los puestos callejeros y que parece estar contemplando desde arriba todo el hormigueo turístico me llamó mucho la atención. Mi sorpresa fue mayor al ver de quién se trataba y darme cuenta de dónde me encontraba.
Esta estatua, obra del escultor Ettore Ferrari del año 1887, corresponde a Giordan Burno, monje nacido en Nola (Nápoles) que fue condenado por la Inquisición por herejía y ejectuado en la hoguera en este mismo lugar en el año 1600. Bruno adhirió a la teoría heliocéntrica de Nicolás Copérnico y se atrevió también a plantear la infinitud del universo y la posibilidad de existencia de otros mundos como la Tierra.
En la base del monumento de Giordano Burno se observan tres bajorrelieves en bronce que representan tres escenas de su vida: disertando en la cátedra de Oxford, compareciendo ante el tribunal de la Inquisición y su ejecución en la hoguera. Al frente hay una placa que reza «a Bruno – Il secolo da Lui divinato, qui dove il rogo arse». Pero el monumento no solo recuerda a Giordano Bruno sino que además evoca a otros personajes de la historia que también tuvieron enfrentamientos con la Iglesia Católica. Sobre la placa del frente hay dos medallones de bronce rodeados de festones en altorrelieve en mármol con los rostros en bajorrelieve de Fray Paolo Sarpi (1552-1625) y Fray Tommaso Campanella (1568-1639) y sobre cada uno de los otros tres lados hay dos medallones idénticos con los rostros de Erasmo de Rotterdam (1466 – 1536), Giulio Cesare Vanini (1585 – 1619), Aonio Paleario (1503 – 1570), Miguel Servet (1511 – 1553), John Wiclef (1320 – 1384) y John Huss (1370 – 1415).
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