Dos lecciones infernales

Galileo Galilei (1564 – 1642)

Editorial: La Compañía de los Libros
Introducción: Riccardo Pratesi
Traducción y posfacio: Matías Alinovi
ISBN: 978-978-25301-4-3
Tamaño: 12 cm x 19 cm
Tapa: blanda
Páginas: 128

Autor: Galileo Galilei
Edición: se trata de un manuscrito – 1588

Resumen:
En un extraño lenguaje de proporciones matemáticas un joven Galileo teoriza sobre las dimensiones y la forma del infierno descrito por Dante Alighieri en la Divina Comedia.

El texto redescubierto en 1850 rescata dos lecciones dadas por Galileo Galilei con veinticuatro años en la Academia Florentina acerca de la estructura, lugar y tamaño del Infierno de Dante. Estas conferencias pronunciadas en 1587 y 1588 tenían por objeto defender el honor de la Academia Florentina quien se había sentido atacada por la ridiculización que hizo Alessandro Vellutello sobre la obra de Antonio Manetti humanista florentino contemporáneo a Marcilio Ficcino y Bruneleschi, quien teorizara sobre las proporciones del infierno descrito en la Divina Comedia.

La obra esta estructurada en forma de disertación en dos jornadas y hoy francamente parece inaudito que una persona como Galileo pudiera teorizar sobre un tema como este. Sin embargo no se debe perder de vista que más allá de la polémica sobre las dimensiones del supuesto infierno se trata de una discusión en defensa de una postura regionalista en una Florencia que se perfilaba como una potencia frente a otras ciudades, pronunciada por un Galileo que esperaba, como el que más, poder conseguir un puesto para mantenerse.

Un punto interesante a resaltar es que este es el único testimonio que confirma que en su juventud Galileo sostuviera un sistema geocéntrico. Podríamos inferir que luego al conocer las ideas de Copernico adhirió a ellas. La primera evidencia escrita de esto es una carta que envía a Kepler en 1597, como agradecimiento por un ejemplar que recibiera del “Mysterium Cosmographicum” donde menciona: “Hace muchos años adherí a las doctrinas de Copernico…”. Aunque también cabe preguntarse si en la época de las conferencias infernales Galileo ya creía en que el Sol era el centro del sistema y prefirió callar su postura ante la academia Florentina en pro de obtener el puesto de profesor universitario que andaba necesitando.

El texto posee una buena introducción general de Riccardo Pratesi así como un postfacio del traductor de la obra Matias Alinovi, y son quizás estas partes las más interesantes del libro donde se da una idea del entorno en que fueron pronunciadas las conferencias, cómo se hallaron los manuscritos originales y las ideas y entorno político de la Academia Florentina y del propio Galileo al pronunciar estas disertaciones.

La edición esta impresa blanco y negro sobre papel obra, cuenta con tapas blandas y algunas ilustraciones referenciales de Girolamo Benivieni quien representó las ideas de Manetti, dado que si bien el original pareció tener dibujos explicativos del propio Galileo los mismos no se encuentran en el manuscrito recobrado.

En resumen una obra interesante solo para los más adentrados en la temática galileana que deseen conocer una faceta generalmente olvidada del gran pisano.

Autor:
Nacido en Pisa el 15-12-1564 en el seno de una familia noble, cursa estudios de medicina en la misma ciudad en 1581 y de matemáticas en Florencia, siendo catedrático en Padua entre 1592 y 1610. Construyó un telescopio de 30 aumentos con el que pudo observar los movimientos celestes, descritos en su obra «El mensajero celeste». Seguidor del pensamiento de Copérnico, sostiene la teoría heliocéntrica, según la cual los astros no giran alrededor de la Tierra sino que ésta y otros planetas circulan cíclicamente en torno al Sol. La Iglesia emprende un proceso contra Galileo al considerar sus afirmaciones contrarias a la Biblia, lo que le llevará a comparecer ante la Inquisición en 1633 al no retractarse de sus afirmaciones. La condena posterior le confina en Arcetri, a pesar de mostrarse arrepentido, donde seguirá estudiando hasta su fallecimiento. Galileo preconiza la ciencia moderna, al establecer la observación y la experiencia como herramientas básicas del conocimiento y la formulación matemática como método explicativo de la naturaleza. Sus trabajos astronómicos, de suma importancia, describen la Luna y muchos de sus rasgos, detallan la existencia de miles de estrellas y formulan un modelo explicativo de la Vía Láctea. En el terreno de la física, formula una teoría sobre la gravitación, elabora leyes sobre la relatividad del movimiento y describe la uniformidad del movimiento pendular independientemente de la amplitud del mismo. Muere en Arcetri el 08-01-1642.

 
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