Estación Grand Central – Nueva York: un mapa celeste en el techo de la estación

por Germán Folz

La estación terminal Grand Central fue inaugurada oficialmente el 2 de febrero de 1913 y es un sitio imponente acorde con la escala de una ciudad como Nueva York. El hall central es de una gran belleza y una gran pulcritud, al ver las boleterías uno tiene la sensación de que podría obtener un pasaje para viajar a los comienzos del siglo XX. Estando como turista vale la pena tomarse un minuto para llenarse los ojos con la arquitectura y el estilo del lugar: ventanales, luces, mármoles y… su techo. Las grandes ciudades por lo general no invitan a observar el cielo sin embargo, en Nueva York, uno puede sorprenderse al ver una representación de la bóveda celeste en el techo de la estación Grand Central. Uno se pregunta cuántas personas de las millones que circulan diariamente por el hall de la estación se percatan de lo que hay sobre sus cabezas, sobre todo aquellas que pasan por allí como turistas y que no deberían caminar con su capacidad de observación disminuida por la rutina.

Para un apasionado por la astronomía entrar en la inmensidad de la estación y ver un mapa celeste en el techo genera una mezcla de sorpresa, fascinación, alegría y admiración. ¿A quién se le habrá ocurrido que lo más apropiado para decorar una estación ferroviaria sería un gigantesco mapa del cielo? Hubiese querido sacar una gran foto panorámica pero en ella no se hubiesen apreciado los detalles de las constelaciones por lo que hubo que conformarse con tomar imágenes en forma sectorizada.

El mural astronómico es obra del artista francés Paul Heller y representa el cielo del Mediterráneo con las constelaciones del zodíaco de octubre a marzo, tiene unas 2.500 estrellas y las más brillantes de cada constelación están iluminadas con fibra óptica (anteriormente se usaban bombitas de 40 W). Un detalle curioso es que la porción de cielo representada está vista del revés y durante muchos años se discutió y especuló sobre las posibles causas. Hoy en día se sabe que la razón es que Paul Heller tomó como modelo un mapa celeste de un manuscrito medieval y en aquellos tiempos era muy común que pintores y cartógrafos representaran el cielo visto desde afuera de la esfera celeste.

Más información sobre la estación Grand Central en:

Grand Central Terminal

 
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